Policía y oficinas de consumidores alertan del ‘boom’ de esta técnica delictiva usada para robar datos personales y bancarios. Esta estafa se aprovecha hoy del alto coste de la luz y el gas y de la inquietud por la guerra en Ucrania.
Los delincuentes suplantan una identidad de una compañía reconocida o incluso de un organismo público para generar confianza en la víctima y hacerle picar el anzuelo. Se trata del «vishing» y sus víctimas reciben una llamada telefónica de parte de, aparentemente, el soporte técnico de alguna compañía que informa de alguna incidencia relativa a la seguridad del ordenador o dispositivos digitales del objetivo.
De esta forma, el supuesto técnico aprovecha la confianza generada por la experiencia y conocimientos expuestos para proponer arreglar el problema a través de un programa de control remoto que el usuario debe descargar de forma previa. Cuando esto ocurre el ciberdelincuente tiene acceso completo al ordenador de la víctima, pudiendo acceder a todos los datos y archivos de la misma.
Así, robar la información personal y los datos bancarios de la víctima es coser y cantar para los estafadores, que podrán suplantar su identidad.